
El 21 de diciembre de 1907 se produjo uno de los capítulos más dramáticos del movimiento obrero que registra la historia de Chile. Cientos de mineros con sus mujeres e hijos , encerrados en la escuela “Santa María” en la ciudad nortina de Iquique fueron asesinados por un destacamento militar que abrió fuego contra ellos al resistirse a deponer una huelga de los trabajadores del salitre. La brutalidad del episodio , el número de muertos -aunque las fuentes discrepan y lo sitúan entre 200 a 3000- y su significado como expresión de lucha, lo marco para siempre en la memoria colectiva de los trabajadores chilenos. Memoria que además la recuerda como la obra musical de Quilapayún: La Cantata Santa María de Iquique, que relata en versos y música los luctuoso hechos.

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