sábado, 19 de enero de 2008

EL LEGENDARIO BOBBY FISCHER BOTA A SU REY




El reconocido gesto de botar al Rey sobre el tablero tras perder una partida indica la entrega total en la derrota. A los 64 años el campeón mundial de esta disciplina , el más famoso ajedrecista occidental de los últimos tiempos falleció victima de una galopante paranoia. Su aspecto en las últimas fotografías , con una mirada inquietante , el pelo largo y barba , recuerda inevitablemente en sus últimos días al empresario de la aviación Howard Hughes, quien también falleciera en una avanzado estado de deterioro mental.

"Genio precoz del tablero, Fischer es considerado por muchos especialistas como el mejor jugador de ajedrez de todos los tiempos yse convirtió en su país en un símbolo de la lucha contra el comunismodurante la Guerra Fría.
Pese a que su madre era judía, Fischer fue un activista antisemita y acusó a los judíos de todos los males, desde sus propios problemas legales hasta de planear una conspiración
para matar elefantes.
Su retórica antiestadounidense, además, le granjeó numerosos ataques desde su país. Más aún cuando, tras los atentados de Nueva York del 11 de septiembre de 2001, telefoneó a una
emisora de radio filipina para exaltar "la maravillosa noticia" del ataque terrorista y volver a lanzar injurias contra los judíos.
Fischer, nacido el 9 de marzo de 1943 en Chicago, decidió abandonar la escuela en 1959, que consideraba una pérdida de tiempo, para dedicarse al ajedrez. Para ello se encerró en su habitación, enfrentándose a sí mismo en larguísimas partidas de ajedrez.
En 1968 se retiró durante 18 meses para preparar su enfrentamiento contra los soviéticos.
Regresó por petición expresa del secretario de Estado Henry Kissinger.
En 1972, cuando contaba con 29 años, acabó con 24 años de hegemonía soviética al derrotar en Reikjavik al campeón ruso Boris Spassky durante un campeonato del mundo conocido como "la partida del siglo".
En 1975 impugnó las reglas de la Federación Internacinal de Ajedrez, por lo que fue despojado de su título. Tras este incidente, Fischer desapareció de la escena ajedrecística.

"La gran pérdida para el ajedrez fue que Fischer nunca trató de regresar a ese mundo y que sus
últimos 30 años estuvieran marcados por una vida muy extraña, con declaraciones políticamente inaceptables, en lugar de una contribución de ajedrez", dijo Kasparov.
Durante 20 años nada logró hacerlo volver, ni los millones de dólares ofrecidos por los organizadores de Las Vegas o Manila, ni una precaria situación personal que lo llevó a la ruina.
Sin embargo, en 1992 volvió a la escena para disputar en Montenegro una partida "de revancha" contra Spassky, del que se había hecho amigo, por la que cobró 3,35 millones de dólares.
Sin embargo, no tuvo en cuenta el embargo económico de la ONU vigente en aquel momento en la ex Yugoslavia, por lo que Fischer fue acusado por la justicia estadounidense de realizar una transacción comercial ilegal y fue objeto de una orden de arresto internacional.
Fue arrestado en julio de 2004 en el aeropuerto de Tokio-Narita cuando intentaba
salir de Japón con un pasaporte estadounidense anulado.
Durante meses, las autoridades japonesas estuvieron estudiando su extradición a
Estados Unidos. Fischer recibió entonces el apoyo público de Spassky, quien reclamó poder compartir celda en el caso de que Fischer fuese encarcelado en su país. "Simplemente, déjennos jugar al ajedrez", dijo el campeón ruso. Finalmente la intervención del Gobierno islandés
le permitió refugiarse en ese país nórdico, donde vivió discretamente hasta su muerte" (1)


LOS DIAS DE BOBBY FISCHER EN CHILE (2)
En 1959 jugó un torneo en homenaje al ex Presidente Arturo Alessandri

Tenía 16 años. Visitó a su padre y luego se dedicó sólo al ajedrez. "No conversaba casi nada. No le interesó recorrer Santiago" rememora Eugenio Larraín, su chaperón en esos días.

Se terminaba abril de 1959 y un imberbe Robert James Fischer llegaba a Chile. El prodigio tenía 16 años y ya había ganado tres veces el campeonato nacional de ajedrez de Estados Unidos. Fue invitado a un torneo internacional en homenaje al ex Presidente Arturo Alessandri Palma, reconocido fanático del deporte ciencia.

"En esa época se jugaba un torneo muy importante en Mar del Plata (Argentina) y se decidió invitar a varios Grandes Maestros; entre ellos venía Fischer. Llegó con su mamá", afirma Eugenio Larraín, ex campeón nacional de ajedrez y chaperón de Fischer durante su visita.

El estadounidense se alojó en el hotel "El Conquistador" y muy pocas veces salió de su habitación. "Nos jugábamos cerca de 20 partidas diarias dentro de su pieza, puras pichangas. Y obviamente nunca gané. Me costaba un mundo sacarlo y una de las pocas veces que lo logré, lo
llevé al zoológico. No mostró ningún interés por nada. Sólo hablaba de ajedrez, vivía para eso. Viajaba con un baúl enorme lleno con libros de la materia y los estudiaba siempre. No conversaba casi nada. No le interesó recorrer Santiago ni conocer otros lugares de Chile. Sólo quería jugar y jugar ajedrez", recuerda Larraín.

"Otra vez fue con un auto de la embajada a ver a su padre jurídico (ver recuadro), que vivía en Chile. Fuimos cerca de la Gran Avenida y estuvo una media hora con él en una casa. A la salida no habló del tema, no volvió a tocarlo durante toda su estadía", agrega.

Ya en el torneo, lo primero que ordenó Fischer fue trasladar a su madre a por lo menos 500
kilómetros de Santiago. A Concepción fue a parar Regina Wender, su progenitora.

El torneo se realizó en el Salón Cuba, que se ubicaba en el Paseo Ahumada, y Fischer jugó ante seis chilenos. El único que lo venció fue Carlos Jáuregui. "Fue una partida muy entretenida y le gané bien. Cuando terminó echó unos lagrimones, algo que siempre hacía cuando perdía. Quedó muy triste y se fue inmediatamente. Después no nos hablamos más y eso que quedaba la mitad
del campeonato todavía. Yo conversaba con el checoeslovaco Pachman, con el yugoslavo Ivkov, pero Fischer era bastante retraído. Jugaba y se iba a su hotel", rememora Jáuregui.

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(1) AFP
(2) El Mercurio.

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